La ley también está vigente en el caso de las llamadas telefónicas y las videoconferencias realizadas por servicios como Skype. Las autoridades podrían interceptar las llamadas con la misma facilidad que con los teléfonos de red fija o los móviles. Todas las firmas que ofrecen sus servicios en Estados Unidos serán objeto de este proyecto de ley. Si se trata de empresas extranjeras, éstas serán obligadas a abrir una oficina en territorio norteamericano. Según Washington, la norma ayudará a combatir el terrorismo y la delincuencia. Mientras tanto, otros creen que pretende reforzar el control en Internet. Los defensores de los derechos en Internet y numerosos expertos en la Red critican la nueva norma ya que supone un ataque directo al derecho a la privacidad de los usuarios.